martes, 4 de septiembre de 2007

Soplan Nuevos Vientos en Buenos Aires!


Gracias a un Proyecto de la Diputada Nacional Bertol, los No Fumadores Pueden Disfrutar del Aire Libre de Nicotina en los Espacios Cerrados.
No paso nada! Si así como lo oyen no hubo suicidios en masa ni miles de ciudadanos iniciando causa por discriminación. Tampoco dejaron de concurrir a tomar el tan clásico café, que sirve de excusa para encontrarse con amigos o cerrar tratos comerciales. En cambio, desde mediados del año pasado soplan nuevos aires, más puros y mucho menos viciados en Buenos Aires.

Gracias a la iniciativa de la Diputada Nacional Paula Bertol, esta amable y joven mujer, tuvo las agallas para hacerle apagar el “pucho “a mas de un porteño bravucón.
Antes de la iniciativa de Bertol era usual estar degustando un exquisito plato en un restauran, cuando en breves segundos el humo de un cenicero con la colilla mal apagada, inundaba el ambiente y era el fin de ese mar de aromas a carnes, salsas, albaca, nuez moscada, tomillo y salvia propios del lugar.

Es que de nada habían servido hasta ese momento la disuasión bajo argumentos tales como que el cigarrillo mata, o mostrar los pulmones de un bebe, los de un no fumador para culminar comparando los pulmones de las personas fumadoras absolutamente negros por el alquitrán. Pero tampoco sirvió el redoblar la apuesta añadiendo a la muestra: bebes nacidos con muy bajo peso, producto de madres fumadoras.

El fumador alegaba en su defensa, excusas tales como “intente”, “no puedo”,”es mas fuerte que yo” o “no puedo comer si no tengo un cigarrillo para el postre” El límite vino de afuera, impuesto, bajo amenaza de multa para los dueños de bares o restaurantes que permitieran fumar en sus locales y si bien hubo algunos alborotos de parte de aquellos que querían quebrantar la ley; aun así se impuso el sentido común y hoy en los recintos cerrados se come, se bebe, se dialoga, pero no se fuma.

Para los que pidieron utilizar su derecho a envenenarse, también tuvieron su opción: espacios debidamente delimitados vidriados para los fumadores, de este modo el humo no contamine a los no fumadores que aspiran el humo de los cigarrillos de manera casual, por el solo hecho de compartir el mismo ambiente.

Si bien los baños de las oficinas suelen ser a veces lugares escogidos para “dar unas pitadas” aún así, los fumadores pasivos pueden respirar aire libre de humo, ya que el resto de los ambientes ya no esta invadido por el humo y los cabellos y ropas no emanan perfume a tabaco.

Lastima, que el proyecto de la Diputada Paula Bertol no sea nacional. Lastima, lastima también que los ciudadanos se cuiden por imposición y no por elección. Y lastima, pero lastima también, que la otra parte de los ciudadanos no comprenda por “motus propio” que sus derechos terminan donde comienzan el derecho de los demás.