jueves, 20 de agosto de 2009

¿De que Hablamos Cuando Hablamos de Límites en la Conducta?

Por la Lic. María Jimena García Domingo (Psicologa y Psicopedagoga)
Tanto en los medios como en el discurso social, se escucha hablar de “falta de límites” “este chico no tiene límites” etc. ¿Pero de qué estamos hablando?
Esta palabra tan utilizada es además necesaria para que la persona desde temprana edad, pueda construir de manera armónica su personalidad. Por ello son tan necesarios.
Tanto la familia como la escuela, cumplen un papel protagónico en dicha construcción.
Los límites no es sinónimo de encierro o castigo, sino de crecimiento. Permite poder incorporar aquello que esta bien y lo que esta mal o no se puede hacer en términos de acción. La persona incorporaría que “no toda da igual o no todo vale”. Lamentablemente, en la sociedad actual, se observa mucha contradicción en aquello que se dice y finalmente se hace. Lo único que genera ésto, es más confusión y caos.
Los niños y jóvenes solo reciben mensajes contradictorios, no encontrando muchas veces buenos modelos de identificación para poder edificar sanamente su identidad.
Es así, como surgen las patologías borderline producto del desarrollo de una identidad difusa.
En las consultas psicopedagógicas y psicológicas, muchas veces se escuchan relatos como: “Se porta mal en la escuela, insulta a los compañeros, le contesta mal a la maestra, etc.”O peor aún “golpeó a la señorita, no volvió a clase, se queda en la calle vagueando y en los ciber entre otras”.
Cuando no hay adultos que signifiquen el proceso evolutivo de la persona, se tendería a buscar en el afuera aquello que los chicos no encuentra, lo cual conllevarían a las peores consecuencias (adicciones, delincuencia, suicido, etc.). Se trataría de una manera de buscar algo que frene el impulso y actúe como barrera.
Es para reflexionar…


Lic. María Jimena García Domingo